Las pistolas de pintura, que pulverizan pintura o barniz a través del aire a una superficie, ya son herramientas básicas para pintar grandes espacios.
Y como toda herramienta básica, hay que saber elegirla bien. Así que, si estás por adquirir una, te conviene saber más detalles de su funcionamiento para decidir cuál te conviene más.
Las pistolas de pintura se pueden clasificar básicamente en dos grandes tipos: de alta y baja presión.
Pistolas HVLP o pistolas de baja presión
Las pistolas de pulverización que utilizan baja presión y un gran volumen de pintura (High Volume Low Pressure o HVLP), tienen dos grandes ventajas: logran un gran acabado de la superficie lacada, y reducen el desperdicio de pintura considerablemente.
Al utilizar mucho volumen de aire a baja presión, la aplicación de pintura se hace suave, reduciendo el exceso de pulverización. Lo que además de ahorrar pintura, disminuye los daños al medioambiente.
Estas características la hacen el tipo de pistola de pintura ideal para novatos.
Sin embargo, una pistola HVLP de alta calidad, suele ser más cara que una pistola convencional.
Hay que mencionar, además, que tienen el inconveniente de no atomizan muy bien los recubrimientos gruesos.
Hay dos variantes comunes de este tipo de pistolas:
- Pistola de pulverización de baja presión de conversión de gran volumen
Este tipo utiliza equipos preexistentes, convirtiendo el sistema tradicional de pistola de pulverización en un sistema de baja presión de gran volumen, y así, la pistola funciona con un compresor de aire como una pistola de pintura convencional, pero utiliza una presión mucho menor. Este tipo de pistolas son una alternativa rentable si ya tienes un compresor de aire.
- Pistola HVLP de turbina
Funciona con el aire producido por una turbina, lo que le da un volumen extremadamente alto de aire a muy baja presión.
Este tipo de pistola es el más eficiente, y el adecuado si no cuentas con compresor de aire. Son, claro, también más caras que las anteriores, pero merecen la pena.
Pistolas de alta presión o a presión convencional
Estas, por el contrario, funcionan con un bajo volumen a una presión alta, conectándose a un compresor de aire para pulverizar sobre la superficie utilizando esta alta presión.
Como resultado, la pintura se atomiza produciendo partículas muy finas, es decir, una aplicación lisa y agradable. Estas pistolas pueden usarse tanto para laca transparente, como para barniz o pintura. De hecho, las pistolas de pulverización convencionales siguen siendo mejor opción que las pistolas HVLP para algunas pinturas y recubrimientos de mayor viscosidad.
Por otro lado, la gran carencia de estas pistolas es su baja efectividad, que ronda el 30%. Esto significa que hasta un 70% del recubrimiento se libera a la atmósfera en lugar de terminar en la superficie que queremos. Y claro, esto significa también que se desperdicia mucha más pintura y se daña más el medio ambiente.
Otra forma de clasificar las pistolas de pintar puede ser por la posición del depósito de pintura: existen pistolas de gravedad, que tienen el depósito encima de la pistola, y las pistolas de succión, cuyo depósito se encuentra debajo, y absorben la pintura gracias al Efecto Venturi.
Por último, están las pistolas híbridas (trans-tech), que tienen más presión que las HVLP, pero todavía ahorran pintura.
La tendencia hoy es usar pistolas HVLP para pintar con pinturas al agua y las híbridas o trans-tech para pinturas al disolvente o para barnizar.
Ahora que conoces las diferencias, escoge el equipo que se ajuste mejor a tus necesidades.
