Cuando empleados nuevos se unen a tu equipo de trabajo, llegan a un mundo extraño y ajeno para ellos, y los primeros días son muy importantes para conseguir que se adapten lo mejor posible y pueden comenzar a utilizar sus capacidades y habilidades en la empresa.
Si no se les ofrece la información necesaria para el trabajo para el cual fueron contratados, perderán tiempo y recursos tratando de averiguar por sí mismos, cómo es la empresa, quién es quién en ella, a quién recurrir para solucionar problemas, cuáles son las actitudes no toleradas, etc.
El proceso de inducción entonces, tiene todo que ver en ello. Requiere una adecuada presentación de la empresa y sus diferentes áreas, funciones, riesgos laborales, etc., además del diseño de un plan de capacitación.
El proceso de inducción debe también servir para que los nuevos integrantes se familiaricen tanto con los compañeros de trabajo, como con la empresa, y su cultura.
Los elementos de un proceso de inducción
Los recién llegados deben comenzar por conocer la estructura organizacional de la empresa, sus principales directivos, su historia, su Misión, Visión, Objetivos, su sistema de valores, y sus políticas comerciales y de gestión.
También debe conocer y recibir los manuales existentes oportunos y el reglamento interno de trabajo, incluidos lineamientos de seguridad y salud e higiene, así como códigos de conducta en general. Del mismo modo, si los requieren, deben recibir los elementos de protección personal necesarios para su trabajo, e instrucciones precisas sobre su uso y mantenimiento.
Finalmente, debe comprender al cien las responsabilidades que conlleva el cargo que desempeñará en la empresa; el comportamiento requerido para desempeñar esa función y las reglas o principios de la empresa que aplicarán a su trabajo; y aunque se hayan visto previamente, no está de más, los horarios, salarios y oportunidades de promoción que tendrá.
Cómo hacer un proceso de inducción
A nivel práctico, está guía para la adaptación que significa dar inducción a empleados nuevos, puede realizarse en este orden:
- Bienvenida, puede ser un evento breve, o una carta del director, o un mensaje grabado, o directamente una charla breve con algún miembro de la dirección.
- Información introductoria, otorgada en funciones individuales o de grupo, a través de una persona de la gerencia de personal o el departamento de recursos humanos, para dar un panorama general de la empresa. Esta información es proporcionada por el Supervisor inmediato, específicamente sobre su puesto de trabajo.
- Entrevista de ajuste, cuando el trabajador lleva ya varias semanas en el puesto, para comprobar la información proporcionada y asimilada, y resolver dudas. Esto puede hacerlo el mismo departamento de recursos humanos con la ayuda de los jefes inmediatos. Un cuestionario sobre los aspectos básicos a cubrir puede ayudar a esta evaluación.
- Además de charlas y reuniones, conviene contar con ayudas técnicas y materiales que faciliten la compresión de la información otorgada al empleado, e incluso el resguardo de información necesaria para su trabajo.
Por último, colocar todo este proceso en un manual descriptivo detallado y paso a paso ayudará a realizar esta labor de forma homogénea, y así, a que todo el equipo de trabajo esté “en el mismo canal”.
En última instancia, un buen proceso de inducción ayudará a reducir los porcentajes de renuncias tempranas y los niveles de rotación de personal, en general, además de mitigar el estrés, la ansiedad y la incertidumbre que normalmente pueden experimentar los nuevos empleados, que podrán desarrollar así expectativas realistas.
Y claro, una buena inducción también ayudará a prevenir errores en la operación, procedimientos y comportamientos, favoreciendo la eficiencia de la organización.
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